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Bretaña

Después de un embarazo a término normal, la preciosa niña que habíamos esperado y por la que habíamos orado nació el 13 de enero de 1983, con un peso saludable de 8 libras. 7 oz. Brittany capturó nuestros corazones desde el segundo en que fue colocada en mis brazos. Tenía una linda naricita vuelta hacia arriba, un labio inferior lleno de mocos, un pequeño mechón de cabello oscuro en la parte superior de la cabeza y, para nuestra sorpresa, un dedo meñique extra en la mano izquierda.

Se convirtió en una pequeña ictericia al segundo día, pero después de varios días bajo la luz de la bilirrubina, su análisis de sangre se veía genial y pudimos seguir amando y uniendo nuestro precioso pequeño milagro.

Como ya teníamos un niño de 4 años en casa, no nos tomó mucho tiempo darnos cuenta de que Brittany no progresaba como un niño típico. No parecía prestar atención a ningún estímulo que la rodeaba, no sonreía, lloraba muy poco y prácticamente parecía quedarse en su propio mundo. Cada vez que llevábamos nuestras inquietudes a su pediatra, él nos decía: "Ella es solo un bebé grande y va a hacer las cosas un poco más lento". Al darnos cuenta de que no nos escuchaban, buscamos durante dos años hasta que finalmente encontramos un pediatra que escuchó, entendió y estuvo de acuerdo con nuestras preocupaciones, que Brittany era de hecho una niña muy especial.

Aunque su condición siguió siendo un enigma para muchos médicos y especialistas, pudimos ingresarla al sistema de educación especial en las escuelas públicas a la edad de 3 años. A partir de ese momento, con solo un diagnóstico de retraso profundo en el desarrollo, Brittany ha prosperó, en sus términos.

Finalmente recibimos un diagnóstico de PKS a la edad de 15 años, que al menos nos dio algunas respuestas, pero nunca nos impidió celebrar cada hito que Brittany logra, sin importar cuán grande o pequeño sea.

Hoy, Brittany vive en un maravilloso hogar grupal para adultos con discapacidades del desarrollo, que se encuentra en un suburbio de la ciudad de Oklahoma. ¡Vive una vida plena y se ha convertido en una joven feliz y saludable con sus propios amigos y su propia vida!

Aunque Brittany ha sido no verbal toda su vida, ha enseñado a todos aquellos a quienes toca, el verdadero significado del amor, la aceptación y la perseverancia. Nunca podríamos haber imaginado nuestra vida diferente.

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